Durante el rezo del Ángelus, el Papa Francisco expresó nuevamente su solidaridad con las comunidades españolas afectadas por la devastación de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), especialmente en Valencia. Ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el pontífice exhortó a los presentes a continuar rezando y reflexionar sobre su contribución a los afectados: “¿Qué hago yo para la gente de Valencia? ¿Rezo, ofrezco algo? Piensen en esta pregunta”, dijo.
El Papa ya había mostrado su cercanía a los damnificados en el Ángelus del Día de Todos los Santos, cuando pidió rezar “por la población de la península ibérica, especialmente de la comunidad valenciana”. Además, el jueves, envió un videomensaje de apoyo al obispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, reforzando su compromiso con las personas afectadas.
Un renovado llamado a la paz mundial
En su mensaje, el Papa Francisco también hizo un enfático llamado contra el uso de la guerra como método de resolución de conflictos. Dirigiéndose a los 20,000 fieles presentes, el Santo Padre leyó el artículo 11 de la Constitución italiana, que condena el uso de la guerra y aboga por la paz y la justicia entre las naciones: “Que este principio se aplique en todo el mundo, que se destierre la guerra, se afronten los problemas con el derecho y la negociación, se silencien las armas y se dé espacio al diálogo”.
El Papa aprovechó la ocasión para recordar a los pueblos que enfrentan conflictos armados, mencionando especialmente a Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar y Sudán del Sur, e instó a la comunidad internacional a promover el diálogo sobre la confrontación. AICA