El juez de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, emitió un contundente mensaje en medio de las tensiones internas del tribunal, tras la reelección de Horacio Rosatti como presidente y Carlos Rosenkrantz como vicepresidente. En declaraciones a Radio Mitre, Lorenzetti advirtió sobre la necesidad de reconfigurar el liderazgo del máximo tribunal si se concretan las incorporaciones de los candidatos propuestos por el presidente Javier Milei: “Si ingresan Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, habrá que elegir nuevamente autoridades”, señaló el magistrado, subrayando el carácter transitorio de la actual composición de la Corte.
Lorenzetti, que cumple 20 años en la Corte a fines de este año, destacó la dificultad de gestionar un tribunal con solo tres jueces en funciones. “Esta es una Corte Suprema de transición, que funcione con tres integrantes es difícil”, afirmó, haciendo referencia a la próxima salida de Juan Carlos Maqueda, quien dejará su puesto tras cumplir 75 años.
Reelección y futuro incierto en la Corte Suprema
Horacio Rosatti fue reelegido como presidente del máximo tribunal por un período de tres años, acompañado nuevamente por Carlos Rosenkrantz como vicepresidente. Ambos fueron votados por ellos mismos y por Maqueda, quien se retirará próximamente, lo que profundiza la incertidumbre sobre la estabilidad y el futuro de la Corte.
Ante la posibilidad de que Lijo y García-Mansilla se sumen al tribunal, Lorenzetti subrayó que la situación requeriría un nuevo proceso de elección de autoridades: “Si entran, elegiremos, discutiremos y lo definiremos nosotros”. El juez hizo hincapié en la importancia de mantener la estabilidad institucional y el consenso, elementos clave en una Corte que atraviesa una etapa crítica.
Reflexiones de Lorenzetti sobre la Corte y la democracia
Lorenzetti aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre su trayectoria y la importancia de la estabilidad en la jurisprudencia de la Corte: “Me preocupé en que diéramos sensación de estabilidad, que lo que se decide se mantenga en el tiempo”, afirmó. También expresó su preocupación por la defensa de la división de poderes y la libertad de expresión, pilares fundamentales de la democracia.
En cuanto a la delincuencia juvenil, otro de los temas abordados por el juez, insistió en la necesidad de un sistema penal juvenil adecuado y una reforma del Código Penal, subrayando que la solución no pasa solo por aumentar o reducir penas, sino por una reforma integral que incluya una fuerte inversión en educación. “Lo que hacemos es educarlos en la delincuencia, en la marginalidad”, advirtió Lorenzetti, sugiriendo que sin un enfoque preventivo, el sistema solo perpetuará el ciclo de criminalidad entre los jóvenes.
El mensaje de Lorenzetti deja entrever una Corte Suprema en transición y con desafíos profundos, en un contexto de tensiones políticas e institucionales que definen el presente y futuro del máximo tribunal del país. TN