El martes 17, una serie de explosiones simultáneas en varias localidades del Líbano causó la muerte de al menos 9 personas y dejó alrededor de 3.000 heridos. Los dispositivos involucrados en el ataque fueron beepers, también conocidos como pagers, utilizados por miembros de la organización terrorista Hezbollah. Aunque hoy en día se consideran obsoletos, estos dispositivos jugaron un papel central en la estrategia de comunicación del grupo.
Los beepers, una tecnología popular en la década de 1990, operan a través de ondas de radio, permitiendo la recepción de mensajes cortos sin depender de las redes de telefonía celular. Esta característica los hace menos vulnerables a la interceptación, un aspecto crucial para Hezbollah, que ha enfrentado avanzadas capacidades tecnológicas por parte de Israel.
Estos dispositivos fueron patentados en 1949 por Alfred Gross y popularizados por Motorola en 1964 con el modelo Pageboy 1. En su apogeo, en 1994, había 61 millones de beepers en circulación a nivel mundial. Aunque su uso ha disminuido con la llegada de los teléfonos celulares y los SMS, aún se emplean en sectores que requieren alta fiabilidad, como en hospitales.
El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, ha criticado el uso de teléfonos móviles, denominándolos “el espía mortal del enemigo”. La organización ha prohibido el uso de estos dispositivos y ha optado por sistemas de comunicación encriptados y mensajeros para proteger sus operaciones.
El ataque ha generado diversas teorías. Videos recientes muestran a un miembro de Hezbollah recibiendo un mensaje en su beeper justo antes de la explosión. El canal libanés National Broadcasting Network (NBN) ha sugerido que Israel podría haber empleado tecnología avanzada para el ataque, mientras que fuentes citadas por el diario qatarí Al-Arabi Al-Jadid informan que las explosiones ocurrieron en múltiples ubicaciones simultáneamente, complicando la evaluación del número exacto de dispositivos afectados.
En respuesta, Hezbollah ha instado a sus miembros a descartar los beepers recientemente distribuidos, con un mensaje de voz advirtiendo: “Todos los que hayan recibido un pager nuevo, tírenlo a la basura”. Reuters