Papa Francisco habló sobre una posible visita a la Argentina: “Querría ir, pero…”


 Al cabo del viaje más largo de su pontificado -12 días, 32.814 kilómetros, 44 horas de vuelo, cuatro países de dos continentes-, en la tradicional conferencia de prensa a diez mil metros de altura de regreso a Roma, el papa Francisco, que en diversas ocasiones en los últimos meses dejó trascender su intención de viajar antes de fin de año a su país, una asignatura pendiente, aseguró que aún no hay nada agendado.

“¿Si iré a la Argentina? Es una cosa aún no decidida. Yo querría ir ¿no? Es mi pueblo”, dijo. “Querría ir, pero aún no está decidido”, repitió. “Hay diversas cosas para resolver antes”, agregó, sin especificar qué cosas.

El Papa, que superó con creces el desafío que para alguien de 87 años significó esta maratón a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur y que había hecho saber que el viaje a la Argentina iba a depender de cómo iba a quedar su físico después de esta gira, no dijo nada al respecto.

Sin embargo, durante el vuelo de más de 12 horas una alta fuente del Vaticano que fue parte del séquito admitió, en diálogo con Elisabetta Piqué, que había gran satisfacción por cómo había salido el viaje, que superó todas las expectativas en cuanto a la resistencia de alguien que cumplirá 88 años el 17 de diciembre próximo. Es más, reconoció que había mucha preocupación por cómo iba a reaccionar su frágil físico, marcado por una difícil movilidad por su problema en la rodilla derecha, a la fatiga de un viaje extenuante, con cambios de uso horario, altísima humedad y temperaturas tropicales agobiantes.

El Papa tampoco dio precisiones acerca de esas “diversas cosas para resolver antes”. Se especula que pudo haberse referido al sínodo sobre sinodalidad de octubre próximo, que volverá a convocar en Roma a obispos y cardenales de todo el mundo para hablar sobre la identidad de la Iglesia del futuro. Pero, también, puede deducirse al clima de crispación política permanente que se vive en su país, donde reina una situación social explosiva tras el ajuste de shock del gobierno libertario de Javier Milei.

Fuente: La Nación