En el marco del Día de la Avicultura, celebrado el 2 de julio, el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) destacó el notable incremento en el consumo de carne de pollo en Argentina. Según datos recientes, cada habitante consume aproximadamente 68 kg de proteína avícola al año, compuesta por 47 kg de pollo y 21,2 kg de huevos, consolidando así a la producción avícola como la principal fuente de proteína animal en el país.
Roberto Domenech, presidente de CEPA, subrayó la importancia estratégica del sector, haciendo hincapié en su crecimiento sostenido y su contribución al mercado de exportación. Además, destacó la necesidad de inversiones continuas en infraestructura y tecnología para mantener esta tendencia ascendente. «Es crucial contar con líneas de financiación ágiles para apoyar nuestras inversiones y reducir costos laborales y logísticos para mejorar la competitividad», afirmó Domenech durante su discurso.
El sector avícola no solo impulsa la economía nacional, sino que también desempeña un papel vital en la seguridad alimentaria, colaborando estrechamente con el Senasa para garantizar estándares sanitarios óptimos y limitaciones adecuadas en la importación de productos avícolas.
En términos de producción, la avicultura argentina representa un consumo significativo de recursos agrícolas, incluyendo 6.000.000 toneladas de maíz y 2.200.000 toneladas de soja anualmente. Además, emplea directa e indirectamente a más de 130,000 personas, subrayando su impacto socioeconómico positivo en el país.
Este panorama posiciona a la avicultura como un pilar fundamental dentro del panorama agroindustrial argentino, destacando su crecimiento y las oportunidades futuras en un mercado dinámico y competitivo. El Territorio