En una significativa audiencia celebrada hoy en el Vaticano, el Papa Francisco expresó su gratitud al Patriarcado Ecuménico de Constantinopla por la invitación a conmemorar juntos el 1700° aniversario del Primer Concilio Ecuménico en Nicea, programado para 2025. Durante el encuentro, el Pontífice destacó la importancia de avanzar hacia una comunión en la legítima diversidad, subrayando la necesidad de testimoniar la fe cristiana de manera conjunta.
El Santo Padre, acompañado por una delegación del Patriarcado Ecuménico, también convocó a un llamado urgente a la paz en Tierra Santa, recordando la reciente ceremonia de oración celebrada en los Jardines Vaticanos, en la que se unieron en plegaria líderes religiosos y políticos por la paz en la región.
Además, Francisco hizo memoria del histórico encuentro entre Pablo VI y Atenágoras en Jerusalén hace sesenta años, un hito que marcó el camino hacia el restablecimiento de la unidad entre las Iglesias. En este contexto, reafirmó su compromiso con el diálogo teológico y la colaboración práctica entre la Iglesia católica y la ortodoxa, en temas como la preservación del medio ambiente, la defensa de la dignidad humana y la promoción de la paz mundial.
El Papa concluyó la audiencia con un emotivo recuerdo hacia el obispo Ioannis Zizioulas, destacado teólogo ortodoxo recientemente fallecido, y reafirmó su esperanza en que el diálogo continuo entre las Iglesias cristianas pueda fortalecer aún más los lazos de unidad espiritual y fraternidad. AICA