El Arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, pronunció estas palabras durante una misa en la parroquia San Ildefonso, ubicada en la calle Guise, en el barrio porteño de Palermo, celebrada este sábado y condenando enérgicamente los cánticos partidarios entonados durante recientes ceremonias religiosas en la capital argentina.
En su homilía, apuntó directamente al incidente que tuvo lugar el viernes 14 durante otra ceremonia en la parroquia Inmaculado Corazón de María, en Constitución. Durante la misa, presidida por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Gustavo Carrara, militantes que estaban presentes en el templo empezaron a corear “La patria no se vende”, consigna dirigida contra la política del actual gobierno.
Este hecho, según el Arzobispo, representa un uso indebido de la eucaristía: «La eucaristía es algo sagrado; no está bueno usarla para dividir, para fragmentar, para partidizar», afirmó durante su intervención.
Y, en directa referencia a lo que consideró una utilización partidaria de una ceremonia religiosa, agregó: “Tampoco está bueno contar con la buena fe de quienes participan de la eucaristía o de los sacerdotes a los que se invita a presidirla para que después pase lo que ha pasado en estos días, como le ha pasado ayer a monseñor Gustavo Carrara. Por eso la misa es algo sagrado. La misa es para unirnos, para hacernos hermanos”.
Estos incidentes han generado una controversia significativa dentro de la comunidad católica y han llevado a diferentes figuras eclesiásticas a expresar su desaprobación.
Monseñor Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, publicó un hilo en X (Ex Twitter), en el cual, previendo la repetición de este tipo de actitudes, formuló una clara advertencia de cara a la misa Madres de la Patria, que se celebrará el próximo miércoles 19 de junio a las 19 horas en Ciudad Evita, Matanza: “No pensamos invitar a ningún político a esta Misa porque no queremos que algo tan propio del ser humano, que no pertenece a ningún sector político en particular, sea usado de ningún modo”, expresó.
La postura del Arzobispo García Cuerva responde a un claro mensaje de mantener la sacralidad de la misa como unión y fraternidad entre los fieles, sin ser instrumentalizada para fines partidarios. La iglesia ha reafirmado su compromiso con la integridad espiritual de sus celebraciones, buscando evitar situaciones que puedan dividir a la comunidad religiosa. Con información de Infobae