En una reciente entrevista con Radio Tupa Mbae, la Licenciada en Psicología Ana María Bogado abordó un tema que cada vez preocupa más a padres y profesionales de la salud mental: la creciente adicción de adolescentes a los juegos de azar en línea.
Durante la conversación, Bogado destacó que cuando se habla de juego, generalmente se asocia a actividades lúdicas de infantes y adolescentes, etapas en las que se aprende y se estimula mediante la interacción con otros. Sin embargo, en la actualidad, el concepto de juego ha evolucionado hacia formas más solitarias y tecnológicas, donde las apuestas y el dinero comienzan a jugar un rol importante.
«A medida que la tecnología avanzó, surgieron juegos que, aunque parecen inofensivos, en realidad están diseñados para otro tipo de público y no para niños», explicó Bogado. La psicóloga alertó sobre el peligro de estos juegos que combinan tecnología, pantallas y apuestas, creando un entorno atractivo y accesible para los adolescentes, quienes pueden perder noción del tiempo y de los recursos invertidos, llevando incluso a problemas de ciberludopatía.
Según Bogado, el problema es alarmante. «Se observa que un 80% de los adolescentes, desde los 12 años en adelante, están involucrados en apuestas online», afirmó. Este fenómeno ha sido acelerado por la pandemia, periodo durante el cual los jóvenes, al no poder salir a jugar, fueron inducidos a juegos de pantalla y apuestas en línea por comodidad de los adultos.
Un caso que ilustra esta problemática es el de un niño de 12 años que vació la cuenta bancaria de su abuela para pagar juegos en línea. «La pandemia nos hizo cómodos. Les dimos pantallas y celulares sin considerar las consecuencias», lamentó Bogado, quien también señaló que esta situación ha derivado en conductas desordenadas y permanentes que requieren atención profesional.
Los efectos negativos de estas adicciones incluyen aislamiento social, mentiras, robos y un deterioro del rendimiento escolar. «Muchos padres nos cuentan que sus hijos ya no comen ni comparten con la familia, prefiriendo pasar horas en su habitación jugando», relató Bogado.
La psicóloga enfatizó la importancia de que los padres tomen conciencia de este problema y actúen en consecuencia. «Es crucial ver este problema como un trastorno de salud mental y no como una mera conducta inmoral. Se debe buscar ayuda profesional para los adolescentes afectados y trabajar en conjunto con la familia», aconsejó.
Finalmente, Bogado subrayó la necesidad de un enfoque integral y persistente para tratar esta adicción, que incluya tanto la intervención psicológica como el apoyo familiar. «Tenemos que acompañar a nuestros hijos y establecer límites claros. No se trata de ser estrictos o liberales, sino de encontrar un equilibrio que permita el desarrollo saludable de los adolescentes».
Este llamado a la acción es una urgencia para padres, educadores y profesionales de la salud, quienes deben trabajar juntos para prevenir y tratar la ludopatía en los adolescentes, asegurando un entorno más seguro y saludable para su desarrollo integral.