¡La doble vara!


En nuestros barrios crece el número de familias en situación de indigencia. Cada día me encuentro con madres y padres que rompen en llanto por la falta del pan diario y la leche.

Si los sectores populares protestan, un gran sector de la sociedad levanta el estandarte de la motosierra para explicarles «que el ajuste es para todos», e imploran al Cielo la activación del nuevo protocolo nacional antipiquetes «para que dejen de molestar y se pueda circular libremente».

Si el pobre marcha “es planero”, si marcha el universitario «es comunista», si marchan los pueblos originarios «son terroristas»; tan terrible puede ser la doble vara que si reza fulano es tercermundista y si rezan otros son héroes.

Los conflictos provinciales necesariamente deben analizarse desde la amplitud de la actual crisis nacional: un proyecto de achicamiento del Estado donde «el empleado estatal es un problema»; una inflación imparable; una caída del consumo no vista desde el año 94; etcétera.

Recemos para que en nuestra provincia se abran puentes de diálogo que se reflejen en frutos de Paz y Unidad. Y que la Doctrina Social de la Iglesia nos capacite para saber cómo acompañar los conflictos sociales propios de la vida política y económica.

P. Leonardo Cuenca