Cuidemos a todos


El Día del Animal es una ocasión significativa para reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y los seres vivos que comparten nuestro planeta. En este día, recordamos las palabras del Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’, que aborda el cuidado de la casa común desde una perspectiva cristiana, social y ambiental.

1. La hermandad con la naturaleza: En la encíclica, el Papa Francisco nos recuerda que nuestra casa común es como una hermana, con la cual compartimos la existencia. Así como san Francisco de Asís alababa a Dios por la hermana madre tierra, nosotros también debemos reconocer nuestra conexión con ella. Nuestra tierra, nuestra hermana, nos sustenta y nos brinda frutos y belleza.

2. El daño que causamos: Sin embargo, la tierra también clama por el daño que le provocamos. Hemos abusado de sus recursos, olvidando que nosotros mismos somos parte de ella. La violencia en nuestros corazones se manifiesta en la degradación del suelo, el agua, el aire y los seres vivos. La tierra gime y sufre dolores de parto debido a nuestra explotación irresponsable.

3. Conversión ecológica: La Laudato Si’ nos invita a una conversión ecológica global. No se trata solo de cuidar el medio ambiente, sino de cambiar nuestro estilo de vida. Debemos reconocer que todo en este mundo nos afecta: el sol, la luna y hasta los más pequeños animales. Nuestro comportamiento debe reflejar esta conciencia y responsabilidad.

4. Bendición de los animales: En muchos lugares, el Día del Animal se celebra bendiciendo a nuestras mascotas. Esta tradición nos recuerda que los animales también son parte de nuestra casa común. Al pasar tiempo con ellos, aprendemos a ser mejores personas y a respetar la vida en todas sus formas.

En conclusión, el Día del Animal es una oportunidad para honrar a nuestros compañeros de viaje en este mundo y para comprometernos a cuidar de nuestra casa común. Sigamos el ejemplo de san Francisco de Asís y alabemos al Señor por la hermana tierra y todos sus habitantes1. 🌿🐾