Con el objetivo de propiciar un ámbito de comunión y participación, con distintos actores sociales y referentes pastorales, se realizó la primera reunión de la Mesa de Diálogo contra la Pobreza y el Hambre, convocada por la Comisión Diocesana Justicia y Paz, en la sede del Obispado de Posadas.
Los participantes, brindaron sus miradas y aportes sobre la situación de “la pobreza y el hambre”, en los territorios donde desarrollan sus acciones diarias. Revelaron datos, extra oficiales que, indican la falta de alimentos y el notable aumento de personas que asisten a comedores/merenderos, en los barrios de la provincia.
Desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), aseguraron que cuentan con 400 comedores en la provincia, de los cuales 100, están en Posadas. Otra cooperativa de trabajo (MTE) indicó que, al no reactivarse la obra pública, los obreros barriales se quedaron sin trabajo. Desde un sector que aborda la trata de personas, también señalaron que hay muchas víctimas sin atención, porque no tienen más delegaciones en la región.
Si bien la provincia cuenta con una Ley de Emergencia Alimentaria, la misma no tiene plena aplicación en todos los municipios, y se agrava por la falta de envíos de mercaderías del gobierno nacional. Además, reconocen que la pobreza es un problema estructural, que ya lleva unos 30 años en la Argentina, sin que se pueda resolver aún.
Indican que, hubo que cerrar muchos comedores o abrirlos menos días en la semana. El crecimiento del porcentaje ronda el 50% y que, muchas veces, no alcanza la comida cuando las personas hacen las filas. Por otro lado, se manifestaron muy preocupados, ante el crecimiento exponencial de los consumos problemáticos en los barrios, y la invasión de drogas como “el petra”.
Desde Cáritas Diocesana, el sacerdote Alberto Barros indicó que, “Existe una batalla cultural sobre la realidad y la dignidad de las personas, donde hay un individualismo reinante, cuando lo moral es el eje de la discusión. Muchas veces, se estigmatiza a los movimientos sociales y a las personas que tienen un plan, pero debemos recordar que, las personas son las victimas del sistema, como lo indica el Papa Francisco”.
Monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de la Diócesis de Posadas, quien compartió un momento el encuentro, los animó ocupar el espacio. “El momento es difícil, doloroso como lo planteamos los obispos, en un documento reciente en Pilar. Es un momento para reorganizarnos desde abajo, donde se pueden pensar nuevas propuestas, y el Estado debe acompañar subsidiando el bien común, como la salud, la educación, la alimentación. Algo que por ahora se cortó”.
Finalmente, monseñor Martínez enfatizó que, “la caridad es concreta y con justicia. Hay muchos, como ustedes, que tienen esa realidad concreta haciendo alguito. Me alegro de la iniciativa de esta mesa, donde ayudar y escuchar es una clave. Hoy, la búsqueda individualista va a contramano del sentido de comunidad y de la solidaridad, con mirada cristiana. Escucharlos, es muy importante”, concluyó.
La Comisión Diocesana Justicia y Paz comenzó a cursar invitaciones a referentes y actores sociales, sindicales y continuará con organismos del gobierno. La asistencia, permitió contar con los primeros datos e informes que acercan a la Comisión. En tal sentido, se analizarán los aportes recibidos, de manera de identificar los consensos para generar líneas de trabajo en conjunto y avanzar en la formulación de propuestas de posibles políticas públicas contra la pobreza y el hambre en la provincia.