El sector industrial y de la construcción en Argentina está experimentando una crisis sin precedentes, con una caída abrupta que no se veía desde la recesión del 2001-2002. Los datos oficiales reflejan un panorama desolador en estos indicadores clave, generando preocupación sobre el futuro del empleo en el país.
Según los informes de la Dirección General de Alerta Temprana (DGAT), el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) sufrió una caída del 9,9% en febrero de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior. Este descenso se agudiza aún más si se considera el acumulado del primer bimestre de 2024, que muestra una disminución del 11,1% en relación al mismo período de 2023.
En el caso del sector de la construcción, el panorama es aún más sombrío. El Índice Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) registró una alarmante baja del 24,6% en febrero de 2024 respecto al mismo mes del año anterior. El acumulado del primer bimestre de 2024 presenta una disminución del 23,1% en comparación con el mismo período de 2023.
En febrero de 2024, el índice de la serie desestacionalizada muestra una variación negativa del 2,6% respecto al mes anterior, lo que refleja una tendencia a la baja en la actividad industrial. Asimismo, el índice serie tendencia-ciclo registra un descenso del 3,3% respecto al mes anterior, indicando una persistente disminución en la actividad económica.
En el caso de la industria, quince de las dieciséis divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales significativas. Se destacan las disminuciones en sectores como “Maquinaria y equipo”, “Industrias metálicas básicas”, “Productos minerales no metálicos” y “Vehículos automotores”, entre otros.
Por su parte, en el sector de la construcción, se observan descensos alarmantes en el consumo aparente de insumos clave como asfalto, hierro, hormigón y cemento. Estos datos reflejan una contracción generalizada en la actividad constructora, lo que plantea serias preocupaciones sobre el futuro del sector y el empleo asociado a él.
En resumen, el brutal derrumbe de la industria y la construcción en medio de la recesión más fuerte desde el 2002 plantea un escenario desafiante para la economía argentina, con consecuencias potencialmente devastadoras para el empleo y el bienestar de la población. Con información de El Territorio