Hoy la Iglesia celebra la Fiesta de la Divina Misericordia, coincidiendo con el 2º domingo de Pascua


La Fiesta de la Divina Misericordia, que se celebra en el segundo domingo de Pascua, tiene como objetivo principal difundir el mensaje de la misericordia de Dios hacia toda la humanidad. Este mensaje, transmitido a través de Santa Faustina Kowalska , nos enseña que Dios es amoroso y misericordioso, y que su perdón está siempre disponible para aquellos que se acercan a Él con humildad y arrepentimiento.

Para celebrar esta festividad de manera adecuada, se recomienda rezar la Coronilla y la Novena a la Divina Misericordia, así como recibir el sacramento de la reconciliación y participar en la Santa Comunión el día de la Fiesta de la Divina Misericordia.

La esencia de esta devoción se resume en cinco puntos fundamentales:

  1. Confianza en la Misericordia del Señor: Jesús nos invita a confiar plenamente en su misericordia, asegurándonos que aquellos que confían en Él recibirán abundantes gracias y consuelo.
  2. La confianza como condición para recibir gracias: La confianza en la misericordia de Dios es esencial para recibir sus bendiciones y favores. Cuanto más confiamos en Él, más gracia recibimos.
  3. La misericordia como nuestra actitud hacia los demás: Estamos llamados a ser misericordiosos con nuestros semejantes, practicando obras de caridad, palabras de aliento y oraciones por aquellos que lo necesitan.
  4. El amor activo hacia el prójimo: Nuestra actitud de amor activo hacia los demás es una condición para recibir la misericordia divina. Debemos realizar al menos una obra de misericordia cada día.
  5. La solicitud del Señor por la misericordia: Jesús nos pide que seamos portadores de su misericordia en el mundo, compartiendo su amor con todos aquellos que encontramos en nuestro camino.

La Santa Sede ha decretado oficialmente el segundo domingo de Pascua como el día de la Divina Misericordia, en respuesta a las revelaciones místicas de Santa Faustina. Esta festividad nos recuerda el amor insondable de Dios y su deseo de perdonar y salvar a toda la humanidad.

Es importante recordar que la liturgia del segundo domingo de Pascua seguirá siendo la misma, con las lecturas y oraciones ya establecidas en el misal romano. Sin embargo, este día especial nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre el inmenso amor y la misericordia de Dios hacia nosotros.

La Fiesta de la Divina Misericordia es una ocasión para renovar nuestra confianza en el amor de Dios y para comprometernos a vivir una vida de misericordia y compasión hacia los demás. Que esta celebración nos inspire a ser instrumentos de la misericordia de Dios en el mundo, llevando su amor y perdón a todos aquellos que lo necesitan. Con información de ACI Prensa