En medio de una fuerte controversia, el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, se encuentra bajo escrutinio público tras regalar 60.000 kilos de merluza en bolsas con su nombre. La iniciativa, que fue difundida a través de las redes sociales del mandatario, generó reacciones encontradas y críticas por parte de diversos sectores.
La entrega de la mercadería, realizada de manera gratuita, ha suscitado un intenso debate en torno a la legitimidad y la ética de la acción gubernamental. Si bien Vidal defendió la medida argumentando un gesto de solidaridad en tiempos difíciles, muchos usuarios de las redes sociales expresaron su descontento y cuestionaron la inclusión del nombre del gobernador en las bolsas de merluza.
Las críticas se han centrado en acusaciones de populismo y derroche de recursos públicos, así como en comparaciones con prácticas controvertidas de políticos en el pasado. Algunos internautas recordaron el episodio protagonizado por el exgobernador bonaerense Carlos Ruckauf, quien repartió zapatillas firmadas durante su mandato en 2001.
Ante la ola de críticas, Vidal respondió detallando el proceso detrás de la distribución de la merluza, destacando la colaboración de empresas pesqueras y la intención de promover la responsabilidad social empresarial. Sin embargo, las explicaciones del gobernador no lograron aplacar las críticas de aquellos que consideran inapropiado el uso de recursos estatales para promover la imagen personal del mandatario.
La controversia ha resaltado la polarización política en Santa Cruz y ha puesto en entredicho la gestión y el liderazgo de Vidal, quien llegó al poder mediante una alianza con el PRO y un sector de la UCR, derrotando al kirchnerismo después de décadas en el poder. La utilización de prácticas políticas tradicionales ha suscitado dudas sobre la verdadera intención detrás de la entrega de la merluza y ha avivado el debate sobre la transparencia y la responsabilidad en el ejercicio del poder gubernamental.