La polémica en torno a la pesca no autorizada dentro de la zona económica exclusiva de un barco de bandera argentina, pero con fondos chinos, ha cobrado más fuerza con la renuncia del funcionario de Cancillería, Pablo Ferrara Raisberg, quien había sido señalado por presionar a la Subsecretaría de Pesca a favor del buque de un empresario chino que pescó sin autorización merluza negra.
Ferrara Raisberg, quien ocupaba el cargo en la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA), presentó su dimisión a Diana Mondino, ministra de Relaciones Exteriores, en medio del escándalo desatado por las actividades ilegales del buque Tai An, propiedad del empresario chino Liu Zhijiang.
Esta renuncia se suma a la del director de Control y Fiscalización Pesquera, Julián Suárez, quien dejó su cargo denunciando presiones de Ferrara Raisberg a favor del mencionado buque pesquero chino.
El barco Tai An ha sido el centro del conflicto al ser denunciado por realizar pesca de merluza negra sin autorización dentro de la Zona Económica Exclusiva de Argentina. A pesar de carecer de los permisos correspondientes, el buque transportaba una carga valuada en cerca de 4 millones de dólares en este recurso altamente codiciado.
La situación ha generado un escándalo que ha puesto bajo la lupa las conexiones y acciones de Ferrara Raisberg, quien se desempeñaba como uno de los pocos colaboradores cercanos a la canciller Mondino. Sin embargo, su renuncia se produce en medio de acusaciones sobre su posible influencia indebida en favor de intereses chinos en la pesca argentina.
Este caso también destaca por las irregularidades en la designación de Ferrara Raisberg, quien habría solicitado el cargo de manera poco convencional al asumir la gestión de Mondino en Cancillería. Sus antecedentes académicos y presuntos lazos con empresas chinas han alimentado sospechas sobre posibles conflictos de interés.
La dimisión de Ferrara Raisberg y las acusaciones de presiones a favor de la pesca ilegal del Tai An han generado una crisis interna en la Cancillería argentina, especialmente en un momento en que la ministra Mondino se encuentra en una gira por Asia buscando inversiones para el país.
El escándalo del Tai An no solo pone en entredicho la legalidad de la pesca en aguas argentinas, sino que también revela una estrategia encubierta de China para expandir sus actividades pesqueras en la región, utilizando barcos de bandera argentina bajo su influencia.

