En medio de la aguda recesión que atraviesa Argentina, los almaceneros han observado un cambio significativo en los hábitos de compra de los consumidores. Según Fernando Savore, referente del sector, cada vez más personas optan por adquirir productos de «marcas PyME», buscando precios más accesibles en un contexto de inflación descontrolada y sueldos estancados.
Savore, quien es vicepresidente de la Confederación General Almacenera Nacional, compartió preocupantes cifras que reflejan la difícil situación que enfrentan los comercios minoristas. Durante la primera quincena de enero, las ventas cayeron un 15%, y esa tendencia se mantuvo con una caída de entre un 20% y un 22% en la segunda quincena de enero y febrero, respectivamente.
«Es la gente la que toma la decisión, por un tema de bolsillo, de qué es lo que va a comprar o qué marca de las conocidas o las marcas PyME van a llevar», destacó Savore, señalando cómo el factor económico influye en las elecciones de los consumidores.
La fluctuación del dólar también ha tenido un impacto notable en el mercado. A pesar de una reciente disminución en el valor del dólar paralelo, los precios de los alimentos no han mostrado una correspondiente reducción. Savore expresó su preocupación por la falta de ajuste en los precios de los productos básicos, incluso cuando la divisa estadounidense baja.
Además, destacó la creciente disparidad de precios entre diferentes proveedores, lo que ha llevado a los almaceneros a establecer redes de comunicación para mantenerse informados sobre las fluctuaciones del mercado y mantener su competitividad.
Otro aspecto relevante que Savore señaló fue la evolución de las formas de pago y la confianza entre los consumidores y los almaceneros. Aunque la tradicional «libreta del almacenero» persiste en algunas formas, con registros mensuales o quincenales, la mecánica de pago ha cambiado con el tiempo, reflejando la complejidad del entorno económico. Con información de Primera Edición