Cada emoción y cada sentimiento produce una reacción química en nuestro cerebro; posteriormente, tiene un gran impacto en todo el cuerpo. Por ello, cuidar nuestras emociones y potenciar las que nos provocan una felicidad es indispensable. Tú mismo puedes potenciar de forma adecuada estas hormonas, mediante una rutina diaria que incorpore buenos hábitos, así como un impacto positivo en tu sistema. Estos hábitos pueden ser desde la alimentación, hasta pequeñas actividades físicas y emocionales que cambiarán tu estado emocional, de la misma forma en que te ayudará a disminuir tus niveles de estrés y con ello evitar enfermedades o trastornos como la depresión.
Estas son las cuatro hormonas de la felicidad y la forma en que puedes elevarlas:
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SEROTONINA
Al ser uno de los principales neurotransmisores del cerebro humano, tiene como tarea mantener nuestro estado de ánimo. Se produce en el cerebro y en los intestinos, pero también se le encuentra en las plaquetas de sangre, tomando así gran responsabilidad en el sistema nervioso central.
Para aumentarla: dedica pequeños ratos de exposición al sol, haz ejercicio y dedica un tiempo para orar y meditar. En cuanto a la comida, puedes beber una taza de café, así como comer frutos secos, lácteos y chocolate oscuro, sin olvidar los alimentos ricos en vitaminas y Omega 3.
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DOPAMINA
Es la encargada de producir placer y relajación, siendo la primera en activarse cuando te sientes enamorado. Sin embargo, la dopamina debe estar equilibrada. Al ser un neurotransmisor que provoca placer, el cerebro puede buscar constantemente recibir una recompensa, lo que puede aumentarse por estímulos en redes sociales -al recibir muchos likes, por ejemplo- o generar una adicción a sustancias, juegos y otros factores.
La dopamina es necesaria para tener motivación durante el día; para mantenerla, se recomienda dormir lo suficiente -de siete a ocho horas- así como escuchar tu playlist de música favorita y añadir proteína a tus alimentos.
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OXITOCINA
Antiguamente se conocía como la hormona del parto y de la lactancia, pero hoy se sabe que tiene muchas más funciones necesarias para el cuerpo humano. La psiquiatra Marian Rojas señaló: «Es la hormona que nos hace sentirnos queridos, así como de la empatía, del vínculo, del amor y de la inteligencia emocional».
Cuando esta hormona se pone en marcha, elimina el cortisol, por lo que disminuye también la inflamación; además, aumenta la seguridad y refuerza el sistema inmune.
Para potenciarla: pasa tiempo con tus amigos, abraza más, regala una sonrisa a alguien o haz una acción buena los demás. No olvides incluir en tu dieta alimentos como perejil, romero, hierbabuena o tomillo, que incentivan su producción.
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ENDORFINAS
Estas hormonas intervienen para aliviar el dolor físico y emocional; son por excelencia una cura que viaja a través de la sangre. Para liberar y esparcir estas hormonas por todo tu cuerpo es recomendable: reírte mucho, recordar buenos momentos, practicar tu deporte favorito -e incluso uno que no hayas intentado antes- dar gracias cada día y, por último, consumir alimentos con triptófano que aumentará su producción.
Por ejemplo: vitamina B, que la encuentras en frutas cítricas, legumbres y cereales integrales como la avena.