Según el Ministerio de Salud, en las últimas dos semanas se registró una muerte por día, producto de una aceleración de los contagios. ¿De qué se trata esta enfermedad y cómo prevenirla?.
El Ministerio de Salud de la Nación confirmó un nuevo brote de la bacteria Streptococcus Pyogenes. Durante los últimos 15 días, se acrecentó notoriamente el número de afectados y se registró al menos un muerto por día a causa de la enfermedad.
La también conocida como estreptococo beta-hemolítico es la principal responsable de causar farinoamigdalitis. Y si bien no suele ser peligrosa, de sufrir una alteración en su estructura puede liberar toxinas que agraven el nivel de los síntomas.
Los últimos datos difundidos por la cartera de salud reflejan una aceleración en los contagios, como consecuencia de la mutación. Los infectados pasaron de uno cada dos días en el último cuatrimestre a siete por día. Mientras que las víctimas fatales ascendieron de 64 a 78 en las últimas dos semanas.
¿Qué es la Streptococcus pyogenes?
Esta bacteria suele encontrarse en las mucosas, como la garganta o en la piel. Por ende, puede provocar infecciones como la faringitis aguda o alteraciones cutáneas.
En la mayoría de los casos no suele ser maligna, pero esto puede modificarse en el caso de que el virus sufra una mutación genética o que el paciente infectado tenga el sistema inmunológico debilitado o alguna comorbilidad, como por ejemplo diabetes.
¿Cuáles son los síntomas Streptococcus pyogenes?
Los pacientes que suelen contraer la enfermedad suelen comenzar con dolor de garganta y unos puntos blancos con pus en la misma zona. También pueden surgir manchas rojas en el paladar de la boca. Luego, pueden tener fiebre por encima de los 38 grados.
Por otra parte, los ganglios tienden a inflamarse en la zona del cuello. Incluso hay quienes también sufren de algún tipo de dolor abdominal, acompañado de cólicos.
Streptococcus pyogenes: ¿cómo detectarlo y cuál es el tratamiento?
Existen dos métodos para corroborar si el paciente posee la bacteria. Por un lado, una detección rápida a través de la identificación de antígenos por medio de una prueba inmunológica, que lo confirma o desecha en 20 minutos.
Sin embargo, siempre será imprescindible realizar la prueba de cultivo. Se debe tomar una muestra con un hisopo y retirar una muestra de las amígdalas y los pilares. La misma tardará 24 horas en revisarse en un laboratorio.
En cuanto al tratamiento, será recetado por el personal médico. Aunque en la gran mayoría de los casos suele brindarse penicilina para combatir la bacteria.