Padre Guilherme, el cura DJ que arrasó en la JMJ y que es un enamorado de Ibiza y del fútbol


En los últimos días se ha celebrado una nueva edición de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. Cada cierto tiempo se reúne un gran grupo de jóvenes católicos y, por primera vez, esta edición ha tenido lugar en Portugal entre los días 1 y 6 de agosto. Un evento en el que también ha estado el Papa Francisco, uno de los principales motivos por los que son tan importantes estos encuentros.

Sin embargo, también han tenido actividades de todo tipo que se han ido difundiendo a través de las redes sociales. Lo cierto es que en muchas ocasiones tenía la estética propia de un festival de verano, con música sonando. Y, en este aspecto, hay una figura que ha sobresalido por encima de las demás, el padre Guilherme.

 

El cura DJ que arrasó en la JMJ 2023

Guilherme Guimaraes Peixoto es un cura de la localidad lusa de Guimaraes que tiene en Portugal una fama reconocida por su faceta como DJ. De hecho, ha podido estar en discotecas y clubes de renombre en el país vecino. El medio El periódico de España ha podido hablar con él. Desde pequeño sintió que debía ser sacerdote, y se ordenó en 1999.

Varios años después, ya en 2006, empezó a interesarse por la música gracias a una de las actividades que se hacían en la parroquia para tratar de recaudar fondos. El padre Guilherme se encargó del karaoke y, al ver que las melodías eran aburridas, decidió que era el momento de poner cosas más movidas para que la gente bailase. Todos estaban encantados y él entendió que le gustaba hacer ese tipo de cosas.

Se formó de forma autodidacta con vídeos y tutoriales y poco a poco se fue convirtiendo en una persona conocida en Portugal. Tanto, que tiene temas suyos, de hecho, todos los que pinchó en la JMJ llevan su firma. Además, cada año visita Ibiza para presenciar las sesiones de otros DJ que le gustan, y considera que deben alejarse los estigmas.

 

Militar y apasionado del fútbol

El cura dedica su vida también al Ejército, y es Teniente Coronel. Estuvo en Afganistán y Kosovo como sacerdote militar. Es un gran aficionado al fútbol y se hizo socio del Vitoria de Guimaraes en cuanto ganó su primer sueldo, demostrando así su devoción por el equipo de su localidad.


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