Boca Juniors, con el debut del uruguayo Edinson Cavani, el refuerzo que sacudió el mercado de pases, recibe este miércoles a Nacional de Uruguay en el cruce que define la serie de octavos de final de la Copa Libertadores, con el antecedente del empate sin goles que protagonizaron la semana pasada en Montevideo.
El encuentro se jugará a partir de las 21 en la mítica Bombonera, será arbitrado por el brasileño Anderson Daronco y televisado por ESPN, Fox Sports y Star+.
El ganador de la serie entre los “Xeneizes” y el “Bolso” avanzará a cuartos de final, instancia en la que le tocará Racing Club o Nacional de Medellín, que definirán su llave el jueves en Avellaneda luego de un primer cruce con saldo favorable a los colombianos por 4 a 2.
El equipo dirigido por Jorge Almirón comenzó la fase de eliminación directa con un 0-0 en Montevideo que generó ciertos cuestionamientos por la escasa predisposición a atacar a un rival sin demasiadas luces como Nacional, y porque quedaron en el banco de suplentes las dos principales esperanzas del club: Valentín Barco y Exequiel Zeballos.
No obstante, el resultado fue tomado como bueno porque la serie se definirá en La Bombonera, donde Boca ostenta un invicto de nueve partidos y el plus que le dará Cavani, la rutilante incorporación que decidió cerrar su carrera en Europa tras su último paso por el Valencia, de España.
Cavani, de 36 años y con un currículum envidiable (ex Napoli, Manchester United y PSG, entre otros), intentará darle el salto de calidad que le falta al equipo para convertirse en un serio aspirante a ganar la Libertadores, ese ansiado trofeo que obtuvo seis veces, la última en 2007.
Almirón tendrá a Cavani como carta de ataque y eligió rodearlo con otro uruguayo, Miguel Merentiel, y esta vez con el “Colo” Barco desde el inicio como se le reclamaba.
Si bien Almirón ensayó con diferentes sistemas tácticos, lo más probable es que Boca juegue con una línea de cinco defensores para que se puedan desplegar mejor en ataque el peruano Luis Advíncula y el colombiano Frank Fabra, con tres zagueros: Nicolás Figal, el paraguayo Bruno Valdez y Nicolás Valentini.
En ese caso el mediocampo estará integrado por Cristian Medina, el capitán Guillermo “Pol” Fernández y Barco, y en la delantera la dupla uruguaya Cavani-Merentiel.
Otra variante que ensayó Almirón es con Alan Varela, quien se despedirá de Boca después del partido para irse a Portugal y continuar su carrera en el Porto, en el centro del mediocampo y sin Valdez, en ese caso Boca usaría un esquema 4-4-2 y dejaría de lado el 5-3-2.
En el banco de suplentes estarán, entre otros, Darío “Pipa” Benedetto, recuperado de un problema muscular, Marcos Rojo, Lucas Blondel y Lucas Janson, dos recientes compras, más Marcelo Weigandt y Exequiel “Changuito” Zeballos como principales recambios.
El “Chelo” Weigandt, pese a jugar de lateral derecho, es el goleador del equipo en la Libertadores con tres tantos marcados en la fase de grupos, y podría ingresar de ser necesario para jugar en dupla con Advíncula por el sector derecho.
Enfrente estará Nacional, un club con un pasado glorioso que seguramente añora, puesto que ganó tres veces la Libertadores (1971, 1980 y 1988) y está ante la enorme ocasión de volver a hacer ruido en Sudamérica.
El entrenador de Nacional, Alvaro Gutiérrez, es consciente de que está ante una gran oportunidad para recuperar protagonismo e irá a La Boca con dos cambios seguros, uno será el ingreso de Gonzalo “Chory” Castro, de 38 años y con pasado en España donde vistió las camisetas de Mallorca, Real Sociedad y Málaga.
El “Chory” Castro ingresará por Juan Ignacio Ramírez, mientras que Bruno Damiani reemplazará a Franco Fagúndez, y es probable también que el juvenil Thiago Helguera ingrese por Diego “Torito” Rodríguez.
Nacional, que está invicto en la Bombonera con tres empates y un triunfo, estará acompañado por unos 2.100 hinchas que se reunirán este miércoles a las 15 en Puerto Madero (Avenida de los Italianos y Grierson), para ir juntos al estadio.
La presencia de los uruguayos será custodiada en su trayecto al estadio para evitar que se repitan los serios incidentes que protagonizaron la semana pasada hinchas de Boca en el estadio Gran Parque Central, con disturbios y enfrentamientos con la policía, y con la promesa de tomarse revancha en el partido desquite.
Boca sueña con volver a alzar la Libertadores y por esa razón su partido ante Nacional le abrirá una nueva ilusión, y de perderlo será una frustración importante, que seguramente incidirá en el futuro de Almirón y también de algunos jugadores importantes.