¿Te cuesta tomar decisiones por tu cuenta? ¿Estás constantemente pensando en “no puedes lograr” o “no vas a poder” con cosas relacionadas de tu entorno? Aquí te ayudamos a identificar si tienes una personalidad dependiente y cómo tratarlo, todo esto de la mano de nuestra psiquiatra de cabecera, Marian Rojas Estapé.
Decía Marian que una personalidad dependiente es, en psiquiatría, un trastorno de la personalidad dependiente o codependendiente, lo que puede denotarse en formas de ser que nos perjudican o perjudican a nuestro entorno. Este trastorno se puede identificar en personas a las que les cuesta tomar decisiones, por pequeñas que sean, necesitan que alguien apoye lo que hace, y además están pendientes de la constante aprobación. Aseguraba Marián que “es un tema muy frecuente, y muchas de estas personas tiene una necesidad extrema de caer bien y ser complaciente con los demás para que no les abandonen”.
La falta de creencia en sí mismo, la falta de confianza y ese miedo o incomodidad a estar solos son otros síntomas frecuentes en este trastorno de la personalidad.
La psiquiatra ha explicado que una de las posibles causas es la sobre protección en la infancia. El vivir en un entorno muy protegido puede perjudicarnos a la hora de enfrentarnos al mundo real.
Este trastorno es también frecuente en las parejas que llevan años, y que no son capaces de establecer limites propios. Las actitudes de sumisión y las conductas pasivas son un síntoma que quizás nosotros mismos no percibimos pero que nuestro entorno sí nota. Este trastorno tiene muy buen pronóstico y tratamiento, asegura Marian. A su vez, el tratamiento se relaciona con la mejora de la autoestima.
Los tres pasos a huir para mejorar tu autoestima
Seguramente estarás cansado de escuchar esas frases clichés que dicen “Ámate a ti mismo y luego podrás amar a los demás”, pero realmente no nos explican cómo poner en práctica y cómo poner en manifiesto ese ‘amor propio’.
En primer lugar debemos conocernos a nosotros mismos, saber nuestras virtudes y defectos. Trabajar en cultivar y mejorar esa voz interior que está todo el día con nosotros. Debemos dejar de lado de idealismo y las comparaciones, sobre todo con el mundo de las redes sociales. A su vez, el realismo y la responsabilidad son fundamentales para afrontar las inseguridades. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que las relaciones interpersonales y nuestro círculo cercano ocupan un papel fundamental en la construcción de nuestra autoestima, por tanto debemos cosechar vínculos sanos. Y el último paso a seguir es cultivar la fuerza de voluntad, y tratarnos a nosotros mismos con amabilidad.
Es necesario cultivar esa autoestima día a día, entendiendo que cuidarla mejorará el desarrollo de nuestras relaciones sociales con el entorno y con nosotros mismos. “Cuando no está bien construida nuestra autoestima, nuestros pilares emocionales y cómo nos proyectamos, tiene un impacto directo en nuestra calidad de vida, salud y en nuestras relaciones” apuntaba la psiquiatra.
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