El salario mínimo -que se determina por resolución gubernamental, tras un acuerdo tripartito con los sindicatos y el sector empresarial- aumentó el 81% en 2022, de $32.000 a $57.900 pesos, quedándose por detrás de la inflación de 94,8% el año pasado.
Pese a que Argentina cuenta con una de las tasas de inflación más altas del mundo, el informe advirtió de que los salarios tuvieron una pérdida real menor a la del resto del globo, de 3,2%.
Mil millones de trabajadores de 50 países han sufrido un recorte salarial medio de u$s685 en 2022, una pérdida conjunta de 746.000 millones de dólares en términos reales, en comparación con lo que habrían ganado si los salarios hubieran crecido al mismo ritmo que la inflación, según analizó Oxfam, en base a los datos de la Organización Internacional del Trabajo y organismos gubernamentales de estadística.
En Argentina, el nivel general de salarios tuvo una pérdida real de 2,2% en 2022, un promedio que esconde una contracción del 15,1% en los salarios no registrados, una caída menor de 0,5 % en el sector privado registrado y una recuperación de 2,4 % real en el sector público, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Mientras la mayoría de las personas trabaja más tiempo por menos plata y no pueden hacer frente al aumento del costo de la vida -en Argentina la pobreza subió a 39,2% en 2022-, Oxfam denuncia que los dividendos de los accionistas a nivel global alcanzaron un récord de 1,56 billones de dólares en 2022, un aumento real del 10% en comparación con 2021, beneficiando a los más ricos de la sociedad y ampliando la desigualdad.
En su reporte, Oxfam Intermón pide aumentar de manera permanente la presión fiscal sobre los que más ganan y que se asegure la recuperación del poder adquisitivo de los salarios.