El líder del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, formalizó su renuncia a la CGT este jueves, en una carta dirigida al Consejo Directivo de la central obrera, en la que explicó que su decisión se debió a las profundas diferencias con las políticas adoptadas por la llamada mesa chica de la CGT, el sector moderado encabezado por Héctor Daer, Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez.
La salida de Moyano, uno de los dirigentes más influyentes del movimiento sindical argentino, generó un fuerte impacto dentro del mundo gremial, aunque desde el ala dialoguista se intentó minimizar el alcance de la renuncia, evitando hablar de una crisis interna. “No coincide con las decisiones” tomadas por la conducción de la central, expresó Moyano en su breve comunicado.
Posible reemplazo de Moyano
Pese a su salida de la conducción cegetista, el Sindicato de Camioneros, liderado por su padre Hugo Moyano, designará a su sucesor en la CGT. Según fuentes cercanas a la organización, el elegido para ocupar el cargo vacante sería Omar Pérez, actual secretario de Políticas de Transporte del sindicato, quien goza de la confianza plena del histórico líder del gremio.
El conflicto dentro de la CGT
La renuncia de Pablo Moyano se inscribe en un contexto de creciente tensión dentro de la CGT, donde desde hace semanas se intensifican los roces entre la fracción moderada, que apuesta al diálogo con el gobierno de Javier Milei, y el sector más confrontativo, que promueve una actitud más beligerante ante la gestión del presidente y las políticas económicas neoliberales.
El quiebre se profundizó luego de la reunión de la mesa chica cegetista, realizada el martes pasado en la sede de UPCN, en la que los 12 dirigentes presentes, entre ellos Héctor Daer y Gerardo Martínez, decidieron descartar cualquier medida de fuerza hasta 2025 y priorizar el diálogo con el gobierno y los empresarios. Esta postura fue rechazada de plano por Pablo Moyano, quien había anunciado previamente la organización de un paro nacional para diciembre, en protesta por las políticas de Milei. La movilización, que contará con la participación de gremios del transporte, las dos centrales sindicales de izquierda (CTA) y movimientos sociales, está prevista para el 5 de diciembre.
Desafíos para la unidad sindical
El alejamiento de Pablo Moyano del triunvirato que dirige la CGT (junto a Carlos Acuña y Héctor Daer) refleja las crecientes divisiones internas que atraviesan al movimiento sindical. Mientras que los dialoguistas buscan evitar una confrontación directa con el gobierno, el sector más combativo, liderado por los Moyano, apuesta por una línea de mayor confrontación, especialmente en un contexto de creciente rechazo a las políticas de ajuste.
En paralelo, los dirigentes del sector moderado de la CGT, que han optado por la vía del diálogo, han comenzado a ganar terreno, y la última muestra de ello fue la convocatoria realizada por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, a un comité de trabajo con la participación de empresarios del Grupo de los 6 y dirigentes sindicales, para discutir modificaciones al sistema de riesgos laborales.
El futuro de la CGT
En el corto plazo, la central obrera se enfrenta a un desafío importante: cómo mantener la unidad frente a la fragmentación interna. La renuncia de Pablo Moyano podría marcar un punto de inflexión en el equilibrio de poder dentro de la CGT, especialmente si su sector decide impulsar nuevas medidas de fuerza que desafíen la estrategia negociadora de la conducción moderada.
A medida que las diferencias se profundizan, se perfila un escenario de mayor polarización dentro del sindicalismo argentino, donde las tensiones entre diálogo y confrontación podrían definir el rumbo de la central obrera en los próximos meses. Infobae