Cuando hablamos de crecimiento inclusivo y sostenible estamos refiriéndonos a “una nueva visión del crecimiento” (OEDC, 2017b: 3) que busca un crecimiento económico “que no tenga lugar a expensas de los grupos de pobres y excluidos o a expensas de la degradación medioambiental” (UNDP, 2017: 3). Este tipo de crecimiento surge del “reconocimiento del hecho de que las pautas actuales de crecimiento económico no han sido compatibles con avances sociales y medioambientales. Por ello se ha adoptado el número 8 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Promover un crecimiento sostenido, inclusivo y sostenible, acabar con el desempleo y crear un empleo productivo y generar trabajo decente para todos” (UNDP, 2017: 4). Como se puede observar en estas líneas para quienes proponen esta orientación del crecimiento, este sigue estando en su centro. Se quiere seguir creciendo, pero hacerlo de una manera que beneficie a todos y al mismo tiempo cuide la creación y no destruya el medio ambiente. Las dos instituciones nombradas reconocen en sus documentos que no existe una relación directa entre el crecimiento, la reducción de la pobreza y las desigualdades, o la conservación y mejora del medio ambiente y que el crecimiento, hasta ahora, ha resultado con frecuencia negativo para ambas variables. Como…