Durante la homilía, Mons. Juan Rubén Martínez, destacó la importancia de vivir con humildad, una humildad que nace del reconocernos humanos y pecadores, pero sobre todos amados por Dios, quien valora la humildad. "En el Pesebre podemos entender el lenguaje de Dios, si lo leemos desde la Fe. Desde el Pesebre podemos reflexionar la pequeñez, una virtud que implica la humildad. En el pesebre podemos entender la humildad, tan importante porque no se puede ser felices sin humildad. Tan importante, pero lamentablemente el mundo no subraya la humildad, por el contrario subraya la soberbia que va contra Dios. Muchos de los que construyen para tener bienes materiales y poder, se equivocan de camino, porque el poder y el tener no nos llena", señaló.
El Obispo, recordó que esta es una de las dos celebraciones más importantes para los cristianos. Celebramos el nacimiento del Salvador y su muerte y resurrección. "Celebramos que Dios se hizo hombre, porque sólo Él es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre", indicó.
Para finalizar, Monseñor invitó a todos a vivir con humildad, con amor y caridad, pero sobre todo con esperanza.