Este viernes, 10 de diciembre, el Santuario Diocesano Nuestra Señora de Loreto celebró su fiesta patronal. Se realizó una procesión desde el ingreso de la ciudad hasta el Santuario donde Mons. Juan Rubén Martínez celebró la Misa Central.
Durante su homilía, Monseñor remarcó la gran alegría que significa celebrar a Nuestra Señora de Loreto en su santuario, un lugar tan importante para nuestra historia, nuestra memoria, un lugar para celebrar a la familia.
El Obispo rememoró la importancia de María, que a lo largo de los siglos acompañó y acompaña a la Iglesia y la tarea evangelizadora. María que al pie de la cruz se nos entregó como madre y que estuvo presente en el nacimiento de la Iglesia. Ella nuestra madre no nos abandona. A ella le pedimos por la familia, por los jóvenes y por todas las intenciones que tenemos en nuestros corazones.
Para finalizar, el Obispo rezó de manera especial por las familias, los jóvenes, los adolescentes y por una sociedad mejor y con esperanza. “Pidamos a María de Loreto que nos reciba, que reciba nuestras peticiones, que aprendamos de su “Sí” y que nosotros también le digamos que “Sí” al Señor”, concluyó.
Durante la celebración los seminaristas del Año Introductorio del Seminario Diocesano Santo Cura de Ars se consagraron a la Virgen de Loreto pidiendo su intercesión en su vocación para seguir fielmente el llamado de Dios.