Dólar bajo en el modelo Milei: Sectores beneficiados y los desafíos para sostener la economía


La implementación de un modelo económico basado en un tipo de cambio bajo está reconfigurando el panorama productivo en Argentina. La administración de Javier Milei apuesta a un esquema de “dólar barato” que, si bien genera optimismo en algunos sectores, plantea desafíos significativos para otros. Este modelo, centrado en la apertura comercial, dibuja un escenario con claros ganadores y perdedores.

Sectores afectados por la apertura comercial

Industrias sensibles como la textil, el calzado, los electrodomésticos y el sector automotriz enfrentan mayores complicaciones. Estas áreas, que dependen intensivamente de las importaciones, ven cómo el desbalance en sus balanzas comerciales podría intensificarse.

El sector automotriz, por ejemplo, presenta un caso emblemático: a medida que crece la producción, aumenta la necesidad de autopartes importadas, lo que incrementa su déficit comercial. Además, un dólar poco competitivo dificulta las exportaciones de vehículos.

Un informe de la consultora Abeceb detalla que las industrias textil y metalúrgica serían las más golpeadas, junto con sectores como la electrónica, petroquímica y la producción de insumos livianos.

Los pilares del modelo: sectores superavitarios

En contrapartida, sectores como el agropecuario, la energía (petróleo, gas y renovables), la minería y los servicios basados en el conocimiento emergen como los motores de la generación de divisas. Estos rubros representan la apuesta central del Gobierno para sostener el modelo económico.

El auge de Vaca Muerta ha permitido que el sector energético recupere el superávit comercial, compensando parcialmente el déficit proyectado en la cuenta turismo, que este año alcanzará los USD 5.000 millones y se estima que superará los USD 7.000 millones en 2025.

El economista Fernando Marull destaca esta compensación: “Superávit energético, déficit de turismo. Desde 2024 y en 2025 van a dar empate. Venimos de 15 años donde los dos daban déficit”.

La posibilidad de la “enfermedad holandesa”

El ingreso masivo de divisas, impulsado principalmente por el sector energético, plantea un nuevo desafío para la economía argentina: evitar la “enfermedad holandesa”. Este fenómeno, caracterizado por la apreciación del peso debido al flujo de dólares de sectores exportadores, podría perjudicar a los rubros menos competitivos frente al comercio global.

“El desafío será administrar la abundancia”, señala un informe de la consultora 1816. La clave estará en equilibrar los beneficios de un tipo de cambio bajo para sectores estratégicos sin asfixiar a aquellos que sufren las consecuencias de la apertura comercial.

Perspectivas

Aunque el modelo promete ventajas para determinados sectores, la sostenibilidad dependerá de generar las divisas necesarias para compensar los déficits en otros. Además, será crucial gestionar los efectos de una economía polarizada entre ganadores y perdedores.

La estrategia de “dólar barato” del gobierno Milei representa un cambio significativo en la dinámica económica del país, con implicancias que seguirán impactando en los diversos sectores productivos a mediano y largo plazo. Infobae