El papa León XIV designó el 6 de diciembre al arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, como delegado pontificio para la International Commission of Catholic Prison Pastoral Care (ICCPPC), el organismo que articula a nivel global el servicio pastoral en ámbitos penitenciarios.
La ICCPPC nació en Roma durante el Año Santo de 1950, tras un congreso internacional impulsado por el entonces secretario de Estado (quien más tarde sería el papa Pablo VI) con el objetivo de fortalecer la presencia de la Iglesia en el acompañamiento de las personas privadas de libertad, así como de quienes trabajan en instituciones carcelarias.
Desde sus orígenes, la comisión ha buscado animar iniciativas pastorales que promuevan la dignidad humana, la justicia y la esperanza en los entornos de reclusión.

Actualmente, la ICCPPC depende del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que coordina los organismos dedicados a la promoción de los derechos humanos, la asistencia social y la evangelización en contextos de vulnerabilidad.
Con esta designación, monseñor García Cuerva (reconocido por su trayectoria pastoral cercana a las realidades más frágiles) tendrá la tarea de impulsar y orientar las líneas de acción que guían la labor de la pastoral carcelaria en los distintos continentes.
El nombramiento refuerza el compromiso del papa León XIV de mantener una presencia atenta y misericordiosa de la Iglesia en los márgenes, en continuidad con el llamado a no olvidar a quienes viven situaciones de encierro y requieren caminos de acompañamiento humano y espiritual.

